La relevancia climática de nuestra alimentación
Como comer de una manera más respetuosa con el clima
Para empezar, en Alemania, la alimentación es responsable de una quinta parte de todas las emisiones de gases de efecto invernadero perjudiciales para el clima. Este cálculo incluye el cultivo y la elaboración, las rutas de transporte, el almacenamiento y el comercio, pero también los hogares privados. Una quinta parte es muchísimo. Pero veámoslo de forma positiva: podemos marcar una gran diferencia y contribuir a la protección del clima todos los días y de forma sencilla.
6 consejos para una dieta respetuosa con el clima
Consejo 1: da preferencia a las alternativas basadas en plantas
Consejo 2: compra alimentos ecológicos
Consejo 3: da preferencia a los productos de frescos de temporada de tu región
Las fresas se deberían comer cuando están de temporada: en verano. Considera las frutas exóticas como son: una rareza. Después de todo, ambos — incluyendo las fresas importadas en invierno- han recorrido un largo camino y, por lo tanto, tienen una considerable huella de CO2, especialmente si el producto ha viajado en avión. A modo de comparación, una piña transportada por avión a Alemania tiene un impacto de 15 kilogramos de CO2 equivalente por kilogramo de fruta, mientras que 1 kilogramo de manzanas de temporada y regionales tiene un impacto de sólo 0,3 kilogramos de CO2 equivalente, según el estudio del Instituto ifeu¹.Consejo 4: haz tus compras en bicicleta o a pie
Deje el coche en casa, sobre todo para las compras pequeñas. Un viaje de diez kilómetros en un coche de tamaño medio genera alrededor de 2,5 kilogramos de CO2 equivalente³. En lugar de eso, usa tu bicicleta, el transporte público o ve caminando. Después de todo, los viajes innecesarios en coche anulan rápidamente los beneficios de la elección de alimentos respetuosos con el clima.
Si aun así necesitas el coche para ir de compras, planifícalo bien y, si es posible, aprovecha para realizar más tareas por las cuales también tengas que coger el coche. También puedes ofrecerte para compartir el coche en tu vecindario y entre sus conocidos.
Consejo 5: evita los alimentos innecesariamente empaquetados
Deja los alimentos innecesariamente empaquetados en las estanterías y ve a por los sistemas reutilizables. El vidrio desechable en particular tiene un pobre balance energético⁴. Compra fruta y verdura a granel y ponlo en bolsas que traigas desde casa.
Consejo 6: manipula la comida con cuidado
Solo en España, 7,7 millones de toneladas de alimentos terminan en la basura cada año⁵. Esto pasa en la agricultura, en la elaboración y en el comercio. Pero la mayor parte de la carga recae en los propios consumidores, es decir, en nosotros. Por persona se desperdician 179 kilogramos de comida, según elEconomista.es⁵. Esta cifra es muy relevante para el clima - después de todo, muchos de gases nocivos para el clima se produjeron completamente en vano.
Te recomendamos:
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Planifica bien tus compras
- Echa un vistazo al frigorífico y a la despensa: ¿qué es lo que pronto pasará de la fecha de caducidad, qué es lo que hay que aprovechar?
- No planees la compra con hambre y, desde luego, no vayas a comprar con hambre.
- Escribe la lista de la compra.
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Comprueba los alimentos cuya fecha de caducidad ya ha pasado con todos tus sentidos. A menudo siguen siendo comestibles mucho más allá de esta fecha.
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Ve a las tiendas y compra frutas y verduras que no se ajusten a la norma — la forma o el tamaño rara vez tienen algo que ver con el sabor.
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Almacena la comida apropiadamente.
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Usa un producto tanto como puedas. Usa la parte verde del colinabo para hacer una buena ensalada y la de la zanahoria para condimentar sopas, solo por dar dos ejemplos. Sé creativo y valiente al usar las sobras.
¿Lo sabías?
Un poco de climatología
¿Qué es la huella de CO2 de un alimento?
La huella de CO2 indica cuántos gases relevantes para el clima se produjeron durante la producción de un producto alimenticio. No se trata únicamente de CO2, sino también de otros gases de efecto invernadero, como el metano o el óxido nitroso. En la literatura técnica, estos gases son equivalentes de CO2. Conclusión: cuanto más pequeña sea la huella de CO2 de un alimento, más respetuoso con el clima es.
Fuentes: