La incontinencia y lo que realmente le ayuda
- Incontinencia de esfuerzo: el esfuerzo físico (por ejemplo, levantar un objeto pesado) aumenta la presión en el abdomen, provocando una pérdida incontrolada de orina. En los casos especialmente graves, esta fuga se produce con cada movimiento o incluso al estar de pie o tumbado. Los afectados no sienten ninguna necesidad de orinar.
- Incontinencia de urgencia: en este tipo de incontinencia, las ganas de orinar sorprenden a la persona y a menudo no llega al baño a tiempo. Aunque la vejiga no está completamente llena, a menudo se produce una necesidad repentina de orinar (a menudo varias veces por hora).
- Incontinencia refleja: las personas afectadas ya no sienten cuando la vejiga está llena y apenas pueden controlar o comprobar el vaciado. La vejiga se vacía a intervalos irregulares, pero a menudo no lo hace completamente.
- Incontinencia por rebosamiento: cuando la vejiga está llena, salen constantemente pequeñas cantidades de orina. Esta forma de incontinencia suele ir acompañada de una necesidad constante de orinar.
- Incontinencia urinaria extrauretral: al igual que la incontinencia por rebosamiento, la orina también fluye de forma incontrolada. Sin embargo, esta orina se escapa a otros orificios, como el ano.
- Incontinencia parcial de 1º grado: la descarga incontrolada de aire y la descarga esporádica de heces finas durante el esfuerzo físico son típicas de este grado de incontinencia fecal.
- Incontinencia parcial de 2º grado: la persona afectada ya no es capaz de retener el aire o las heces finas, incluso sin esfuerzo físico.
- Incontinencia total: las personas afectadas ya no pueden controlar sus movimientos intestinales. Incluso las heces sólidas ya no se pueden sostener.