La boca es uno de los órganos más importante para las personas: comer, hablar, besar… todo lo hacemos con ella. Por esta razón es tan importante mantener una buena salud bucal a diario. Cuidar los dientes de forma adecuada y regular es esencial para mantener una boca sana.
Datos interesantes sobre los dientes:
  • Los dientes están formados de la corona dental, el cuello del diente y la raíz del diente;
  • los niños tienen 20 dientes, los adultos 32 dientes;
  • el material más duro del cuerpo humano es el esmalte dental;
  • en la antigua Roma, los ciudadanos se blanqueaban los dientes con leche;
  • el armadillo es el animal de tierra con más dientes - ¡con 104!

La limpieza de los dientes

¿Cuál es el cepillo correcto para mí?

En Müller hay una amplia gama de cepillos manuales diferentes. Los cepillos se ofrecen en al menos tres grados diferentes de dureza: duro, medio y suave. La mayoría de personas eligen la dureza media. Los filamentos duros no son adecuados para personas con dientes y encías sensibles. Sin embargo, ofrecen los mejores resultados de limpieza y son adecuados para personas sin problemas de encías. Algunos fabricantes ofrecen cepillos de dientes con filamentos extrasuaves para dientes especialmente sensibles. Las personas que tienden a «frotar» demasiado fuerte, deberían utilizar mejor el grado medio o suave.

La amortiguación del cabezal del cepillo también es un detalle importante, ya que cede cuando se aplica demasiada presión y así se evitan las heridas en las encías. También es importante que los filamentos sean redondeados, porque si no las encías pueden ser dañadas. También hay cepillos con filamentos de diferente longitud, que permiten llegar un poco mejor a los espacios interdentales.

Los cepillos de dientes eléctricos pueden facilitar el cepillado. Por lo tanto, los expertos tienden a recomendar estos modelos, que se diferencian de los cepillos de dientes sónicos y los cepillos oscilantes-rotativos. Los cepillos de dientes eléctricos pueden ser de gran ayuda, especialmente para las personas que tienen dificultades para lavarse los dientes a fondo. No obstante, puedes conseguir el mismo resultado con un cepillo de dientes manual, siempre que te cepilles a fondo.

La técnica correcta

El cepillo no es el único elemento importante para la limpieza, sino también la técnica correcta. Así es como se limpia correctamente:
  • No coloques el cepillo recto contra los dientes, sino en un ángulo de 45° a 60°;
  • cepillar «de rojo a blanco», desde las encías hasta la corona del diente, con ligeros movimientos de sacudida y no presiones demasiado fuerte;
  • las superficies oclusales de los molares, por otro lado, pueden ser «frotadas»;
  • sigue un orden, por ejemplo, comienza por la parte exterior del maxilar superior y luego cepilla siempre una sección de dos a tres dientes y luego la siguiente sección. Entonces haz lo mismo en la mandíbula inferior. De esta manera, te aseguras de que no se descuide ninguna zona;
  • después, limpia la lengua, por ejemplo con un limpiador de lengua.
Asegúrate de usar una buena pasta de dientes. Utiliza siempre una pasta de dientes con flúor (ya que endurece el esmalte y protege contra las caries).
A pesar del mejor cuidado dental en casa, también es necesario pedir una cita de revisión con tu dentista por lo menos una vez al año, o mejor dos veces al año.

¡No te olvides del espacio interdental!

Además del cepillado clásico, la limpieza de los espacios interdentales es importante. De lo contrario, las bacterias pueden multiplicarse. El cepillo de dientes tiene sus limitaciones. Solo puede limpiar a fondo las superficies de los dientes y el área de los espacios interdentales que los filamentos alcancen. En este caso no hay diferencia entre usar un cepillo de dientes manual, eléctrico o ultrasónico.

Para los espacios interdentales se necesita la ayuda de otros utensilios, como el hilo o la seda dental o un cepillo interdental. Estos llegan a las zonas que las cerdas del cepillo de dientes no pueden alcanzar. Los restos de comida y la placa también se depositan allí de forma natural y deben ser eliminados una vez al día. Por lo tanto, utiliza hilo o seda dental o los cepillos interdentales como parte de tu rutina diaria de cuidado dental.
Los cepillos interdentales son fáciles de usar. Moviéndolos suavemente de un lado a otro, los restos y la acumulación de comida se eliminan de forma segura. Los cepillos pequeños también son adecuados para la limpieza de brákets y puentes.

El uso del hilo dental requiere un poco más de práctica. Está especialmente indicado cuando los espacios entre los dientes que son tan estrechos que ningún cepillo puede caber entre ellos. Debes tener mucho cuidado para evitar el sangrado de las encías.


Más aspectos de la higiene bucal

Enjuague bucal para una mejor limpieza

Aunque realices una limpieza dental minuciosa, las bacterias pueden quedarse en la cavidad bucal. Por ejemplo, la placa que se acumula puede causar caries y la enfermedad de las encías. Un buen complemento de la higiene bucal diaria es el enjuague bucal, porque ayuda a reducir la placa y previene su aparición.

Por ejemplo, el enjuague bucal de Listerine elimina hasta el 97% de las bacterias que se encuentran en la boca después del cepillado de los dientes (información del fabricante Listerine).

Cuando uses un enjuague bucal, asegúrate que contenga flúor. Esto refuerza el esmalte del diente. El uso de enjuague bucal dos veces al día después de cepillarte los dientes puede ayudar a mantener saludables la flora bucal, los dientes y las encías.


Enjuague con aceite - la alternativa al enjuague bucal

En primer lugar, no hay evidencia científica de que el enjuague con aceite mejore la higiene bucal. Sin embargo, muchos defienden su efecto positivo en las encías y los dientes. Cuando se usa regularmente, se dice que ayuda con los problemas de las encías, reduce el mal aliento y vuelve los dientes más blancos.

El enjuague con aceite proviene de las enseñanzas ayurvédicas, un antiguo arte de curación de la India, y se utiliza para desintoxicar la cavidad bucal. Como su nombre indica, el aceite es arrastrado de un lado a otro entre los dientes y los espacios entre los dientes. Para ello, se toma una cucharada de aceite en la boca durante un período de mínimo 10 minutos y máximo 20 minutos. Es mejor realizar el procedimiento por la mañana con el estómago vacío. Los aceites adecuados son el aceite de coco, el aceite de girasol, el aceite de oliva, el aceite de sésamo o los aceites especiales para la boca. Durante el enjuague, la saliva se mezcla con el aceite. Al final del enjuague con aceite, el líquido no se ingiere sino que se escupe, eliminando las toxinas extraídas al realizar el enjuague.

Pero ten cuidado: no escupas en el fregadero, porque la grasa se depositará en el desagüe. Es mejor utilizar un pañuelo y tirarlo a la papelera.

Consejo: ¿no te parece muy agradable la idea de tener aceite en la boca? Entonces prueba primero como un "principiante" con aceite especial de enjuague, porque tiene sabor y no es tan "aceitoso".